dilluns, 29 de març del 2010

La paradoxa del catàleg dels llibres no autoreferents



El catálogo imposible



No me sorprendió que el infierno fuera una biblioteca. Tener acceso a las palabras y no a lo que designan es la más refinada versión del suplicio de Tántalo.
-Puedes pedirme cualquier libro -me dijo el bibliotecario, un demonio plomizo de ojos melancólicos.
-¿Y si no lo tienes?
-Los tengo todos -replicó con orgullo (satánico, naturalmente).
-¿Tienes, por ejemplo, El paraíso perdido en boloñés? ¿Y el catálogo de todos los libros en los que aparece la palabra "clepsidra"?
-Los libros que no tengo en acto, los tengo en potencia. Puedo traducir a Milton al boloñés y confeccionar ese catálogo en cuestión de segundos.
-¿Y si te pido un libro que no tienes ni eres capaz de hacer? -insistí.
-Eso es imposible.
-Supongamos que sucede.
-En ese caso, quedarías libre -dijo el demonio con una mueca parecida a una sonrisa-. Pero si estás pensando en un libro infinito, no te lo aconsejo: aunque soy muy rápido, tardaría una eternidad en confeccionarlo, y mientras no podrías pedirme ningún otro.
-Estaba pensando en un catálogo... Como sabes, hay libros autorreferentes, es decir, que se mencionan a sí mismos. Por ejemplo, en el Quijote se habla del Quijote, y en la Divina Comedia Dante alude a la gestación de su poema. Por no hablar de los numerosos libros que llevan un prólogo alusivo a su propio contenido...
-¿Quieres el catálogo de todos los libros autorreferentes? Eso está hecho.
-Al contrario: quiero el catálogo de todos los libros no autorreferentes.
-Bueno, será bastante más extenso, pero no tardaré mucho -aseguró el bibliotecario, y desapareció con un sordo chasquido.
Al poco rato volvió con un enorme volumen, del tamaño de un armario, en cuya portada ponía en grandes letras góticas: Catálogo de los Libros No Autorreferentes.
-Aquí lo tienes. ¿Quieres comprobar si están todos? -preguntó el demonio con una sonrisa burlona.
-¿Está el catálogo? -pregunté a mi vez.
-¿Qué quieres decir?
-Si el propio Catálogo de los Libros No Autorreferentes (CLNA: la sal de esta insulsa condena) figura en esas páginas.
-No -respondió el bibliotecario con expresión sorprendida.
-En tal caso, tu catálogo es un libro no autorreferente, puesto que no alude a sí mismo.
-Así es -admitió el demonio.
-Pero, puesto que es un libro no autorreferente, debería estar incluido en el CLNA. Tu catálogo es incompleto.
-Es cierto. Pero no cantes victoria: no tengo por qué acertar a la primera -dijo el bibliotecario pasando las páginas del enorme libro a una velocidad vertiginosa y haciendo una fulminante corrección con una pluma de colibrí que se sacó de la amplia bocamanga y mojó en su propia saliva -. Voilà: ahora el catálogo está completo.
-¿Debo entender que has añadido a la lista el propio CLNA?
-Así es. Puedes comprobarlo si quieres.
-No es necesario, te creo... Pero, en tal caso, en el catálogo figura ahora una alusión a sí mismo, y, por tanto, es autorreferente, luego no debería estar en el CLNA. Tu catálogo es erróneo.
-Tienes razón, ahora mismo borro la... -empezó a decir el demonio, pero su frase se interrumpió para convertirse en un gemido de frustración, mientras el catálogo imposible se esfumaba dejando en su lugar un rectángulo de sombra, el hueco de una puerta.



Extret de El libro infierno (2008), de Carlo Frabetti.



Entrades a L'aixeta relacionades amb Frabetti:

Al voltant de la tortura


II no parla al seu manifest d'ETA... ni d'E.T.

2 comentaris:

ester ha dit...

m'encanten les paradoxes...
ací en va una altra, molt famosa; la primera que vaig conèixer:

hi havia un pont per arribar a un poble, amb un guardià que a cada visitant li preguntava per què havia anat al pont.

si el visitant deia la veritat, el guardià el deixava passar sense problema. però si deia una mentida l'ahorcaven.

un dia va aplegar un home i quan el guardià li va preguntar, va respondre "he vingut per ser ahorcat".

què havia de fer el guardià?


(es va prendre una aspirina, del mal de cap que li va entrar).

Vicent Terol ha dit...

Supose que ets Ester la "radical", no?

No coneixia eixa paradoxa. Està molt bé. Coneixes la del barber?

Un barber que afaita tots els homes del poble que no s'afaiten a sí mateixos. La pregunta, a partir d'eixa premissa, és: el barber s'afaita a ell mateix o no?